La Rioja, comunidad autónoma y región histórica de España coextensiva con la provincia española central-norte de La Rioja (hasta 1980 llamada Logroño). La Rioja limita con las comunidades autónomas del País Vasco al norte, Navarra al noreste y Castilla y León al sur y al oeste. La Rioja formaba parte de la histórica región de Castilla la Vieja. Como Logroño, la provincia se organizó por primera vez en 1833. La comunidad autónoma fue establecida por el estatuto de autonomía del 9 de junio de 1982. La capital es Logroño. Área 1,942 millas cuadradas (5,029 km cuadrados). Estallido. (est. 2007) 308,968.

Los pliegues de los Montes Obarenes se alzan en el extremo noroeste de La Rioja, marcando el límite con la provincia de Burgos. El río Ebro discurre de noroeste a sureste, bordeando las provincias de Álava y Navarra por el norte. La cuenca del Ebro se eleva hacia el sur en las colinas de la Rioja alta. La Cordillera Ibérica, dominada por las sierras de Demanda y Urbión, se eleva por el sur y se extiende hasta la provincia de Soria. El sector sur, Cameros, también montañoso, está atravesado por los ríos Glera (Oja), Najerilla, Iregua, Leza, Cidacos y Alhama. Prevalece un clima continental modificado por influencias atlánticas. Las temperaturas son más altas cerca del río Ebro; la precipitación aumenta de este a oeste y de sur a norte. La precipitación anual es moderada, oscilando entre 15 y 30 pulgadas (380 a 760 mm).

La población  de La Rioja se concentra en las tierras de cultivo de regadío (vitivinícola, cereal y hortícola) a lo largo del río Ebro y sus afluentes. Estos últimos se encauzaban fácilmente y se aprovechaban para el riego tradicional. El Canal de Lodosa, iniciado en 1930, ha canalizado el propio río Ebro y ha ampliado mucho las tierras de regadío. La población de la Rioja Baja tiende a agruparse en localidades de 2.000 o más habitantes, mientras que los asentamientos de la Cordillera Ibérica, donde predominan los cultivos de secano y la ganadería, han ido perdiendo población progresivamente. La Cordillera Ibérica ha sido tradicionalmente una zona trashumante, pero el número de cabezas de ganado ha disminuido drásticamente desde la disolución de los fueros reales de pastoreo en 1836. La emigración se ha centrado en la ciudad de Logroño y en las provincias de Vizcaya, Guipúzcoa, Zaragoza, Barcelona y Madrid.